Otra receta colaborativa de la mano de mi hijo Nacho que es un cocinillas en potencia. Él aprendió a hacerla en su beca Erasmus en París pues se la enseñó Simone, un compañero italiano.
Un detalle importantísimo es que la pasta alla carbonara NUNCA LLEVA NATA. Aquí en España se suele hacer con nata, pero en Italia es un sacrilegio hacerla de esta manera.