No puedo resistir la tentación de recrear algún plato que haya comido en un restaurante o café y que me haya encandilado.
Eso me pasó con esta French Toast que probé en Barcelona en The Egg Lab (pincha aquí para leer la crónica).
No puedo resistir la tentación de recrear algún plato que haya comido en un restaurante o café y que me haya encandilado.
Eso me pasó con esta French Toast que probé en Barcelona en The Egg Lab (pincha aquí para leer la crónica).