Que el nombre no os engañe. Añadimos dos ciudades como Milán y Nápoles y ya pensamos que no hay nada más italiano.
Nada más lejos de la realidad. Aunque el escalope a la milanesa es una invención italiana que se llevaron los austríacos a principios del siglo XIX (allí lo versionaron llamándolo Wiener Schnitzel), los argentinos rizaron el rizo.