Esta receta es un clásico e la cocina española que se preparaba mucho en el siglo XX y ahora un poco menos por la mala fama de las frituras.
Una preparación se dice que está elaborado a "la romana" si se pasa por harina y huevo y luego se fríe en abundante aceite caliente. Sobre todo los pescados se elaboran de esta forma para conservar su jugosidad que se ve mantenida por la capa crujiente y dorada del rebozado.