Este es un plato de pueblo, de Castilla, sencillo y que gusta a todas las personas.
Si puedes comprar ingredientes de primera, a saber: lomo casero, picadillo artesano, patatas de las de verdad y huevos de corral, entonces ya subes al paraíso.
Este es un plato de pueblo, de Castilla, sencillo y que gusta a todas las personas.
Si puedes comprar ingredientes de primera, a saber: lomo casero, picadillo artesano, patatas de las de verdad y huevos de corral, entonces ya subes al paraíso.
Comí este platazo "mar y montaña" en Barcelona y me quedé con ganas de comerlo en casa, así que, se lo preparé a mis chicos al regresar.
Aunque ya tenía esta receta en el blog, la novedad de este plato es que tenía trozos de sepia muy picados en el interior de la albóndiga, además de acompañar al guiso.
Creo que mi hijo Álvaro es un italiano nacido por casualidad en Madrid. Esta receta la hizo él en casa y fue quien trajo los ingredientes para hacerla.
Es absolutamente necesaria la salvia y la trajo de una planta que él tiene en su casa. Por eso las hojas son tan pequeñas.
El tiramisú es uno de los postres más populares en la actualidad y que se come no sólo en restaurantes italianos.
Esta receta es la rescatada de otra que tengo en el blog, pero he cambiado los bizcochos savoiardi o de soletilla por unos magníficos ejemplares de sobaos cantábricos de pura mantequilla.
Me trajo mi hermano Jaime unas judías de La Granja, el pueblo de nuestros padres, y como tenía un poco de frío y estaba destemplada, las puse en remojo y me dispuse a cocinarlas al día siguiente.
No tenía ganas de hacerlas a la manera tradicional y, además, no tenía todo el condumio del cerdo en casa, así que, compré unos gambones para hacer una revisión del clásico de mi madre.
En invierno es muy reconfortante comer platos o guisos de cuchara que nos permitan entrar en calor y vencer las temperaturas gélidas.
Tienen otro efecto añadido: su aroma y sabor te traslada inmediatamente a otra época. Nuestras madres o abuelas nos alimentaban de maravilla con esos caldos, guisos, potes, ollas, cocidos o potajes que combinaban las legumbres y verduras con proteínas.
Los frixuelos son un postre típico asturiano que también se prepara en Cantabria y León.
Realmente son una "fruta de sartén", es decir, un postre humilde hecho con harina, huevos y leche (al estilo de los pestiños o buñuelos) que se freía y luego se espolvoreaba con azúcar, miel o canela.
La mazada o suero de mantequilla (buttermilk en inglés) es una bebida láctea procedente de batir o mazar la nata fresca en el proceso de fabricación de la mantequilla.
Hoy se comercializa en forma de producto líquido de color blanco-amarillo con características distintas al original, menos espeso que la nata, con un menor contenido graso y sabor más agrio y dulce.
No me puedo resistir al maravilloso sabor de la albahaca. Me gusta en las pastas, añadida al tomate para hacer albóndigas o en un pesto con frutos secos para acompañar una burrata.
El caso es que tenía un buen manojo de planta fresca y decidí emplearlo por completo en un aperitivo especial de domingo.
Esta receta es una recreación de un famoso platillo de tapa que probé en Sevilla. Es un potaje seco que no se come con cuchara, sino con tenedor.
Es una combinación de ingredientes de Pascua, pero que se ha convertido en una tapa popular todo el año. La puedes probar en cualquier bar, taberna o restaurante sevillano.
Esta receta de torrijas se aleja de la torrija canónica elaborada con pan del día anterior y frita en aceite de oliva.
En este caso el pan utilizado es un brioche en molde y tampoco se fríen las torrijas sino que se marcan en la plancha sobre mantequilla con azúcar para que caramelice.
La historia de la Carbonara es diferente según quien la cuente. Unos dicen que su historia aparece en la 2ª Guerral Mundial, en el Lacio, cuando un cocinero romano preparó a los soldados estadounidenses esta receta con huevos y bacon, ingredientes bastante humildes een tiempos de guerra.
Otra versión apunta a la zona de los Apeninos, tradicionalmente minera, en la que trabajaban los mineros del carbón o "carbonari" y que comían este tipo de pasta sencilla con huevos, pancetta, pimienta y queso.
Me pasa a menudo que, al ir a un restaurante y probar un plato, quiero recrear en casa esa delicia.
Eso me pasó con las famosas Albóndigas con trufa de Echaurren Tradición, cuya visita conté en una crónica en mi otro blog Ruta Martuka (pincha aquí)
En mi reciente visita a Potes (Cantabria) y la comarca de Liébana probé este exquisito queso azul con D.O desde 1994 y que se llama queso Picón-Tresviso. Es un queso curado en cuevas de los Picos de Europa.
No pude evitar comprar medio queso y hoy lo he preparado en estos escalopines con motivo del veintitrés cumpleaños de mi hijo Álvaro. Ni que decir tiene que nos hemos chupado los dedos.
Esta ensalada oriunda de Málaga es ideal los días de calor. He estado viendo varias recetas de allí y hay tantas variedades que, dependiendo del pueblo malagueño, tenía diferente denominación.
También hay un plato parecido llamado Remojón Granadino (pincha aquí) que es muy similar.
La que he preparado hoy en casa lleva bacalao con patatas y naranja, pero he visto versiones sin patatas, sin bacalao y con atún, con tomate...
¡Mirad qué hermosura! Yo siempre me rindo ante una buena tortilla de patatas, cremosa, poco cuajada pero sin que el huevo esté crudo y, por supuesto, con cebolla.
Hay que tener un poco de paciencia con la tortilla pues es preciso que las patatas se frían en el aceite a fuego lento, casi confitadas, para que así permanezcan blanditas y no cocidas.
Mi madre, Concha, era una magnífica cocinera y sus torrijas eran de otra galaxia. Llegaba a un punto de cremosidad y empapado que yo no consigo, aunque lo intento sin parar. Bueno, en casa me dicen que están de vicio, pero mi madre me susurra al oído (o yo me imagino): "muy ricas pero les falta un poco de dulzor" o "buenísimas pero se te quedaron un poco secas"
Esta receta es del gran Martín Berasategui, el chef con más estrellas Michelín de España (ni más ni menos que doce) y gran maestro de la cocina.
Con los moluscos más baratos y los ingredientes más simples de nuestra despensa conseguiremos un plato delicioso, nutritivo y con un punto alegre y festivo.
La salsa verde es infalible para un montón de pescados y mariscos. Realmente, es una salsa marinera tradicional elaborada con cebolla, ajo, vino blanco, un poco de harina para ligar la salsa y espesarla y perejil picado.
Aunque los precios de las almejas son más abultados en Navidad, es en estas fechas cuando las familias y los amigos se juntan y comparten alrededor de la mesa unos momentos fabulosos.
Este es un plato sencillo, delicioso, barato al ser solomillos de cerdo y muy pintón. Prepara una buena barra de pan para mojar la salsa pues a tod@s en casa les encantará.
Con unos pocos ingredientes nada sofisticados tendrás preparada un plato estupendo, que con una guarnición de patatas fritas, arroz o ensalada hace que sea una comida completa.