Las ensaladas son para el verano, pero también en cualquier momento del año. Hoy tenemos todo tipo de hortalizas en el mercado todas las estaciones.
Los tomates, sin embargo, en el verano están en su punto óptimo y con el sabor más auténtico.
Las ensaladas son para el verano, pero también en cualquier momento del año. Hoy tenemos todo tipo de hortalizas en el mercado todas las estaciones.
Los tomates, sin embargo, en el verano están en su punto óptimo y con el sabor más auténtico.
Esta es una receta adaptada de una de Arguiñano pero sólo en cantidades y en guarniciones.
Me encanta el sabor fresco y húmedo de la sandía que le aporta al gazpacho un plus de originalidad y novedad.
En todas las casas hemos comido ensalada campera, sobre todo en verano. Es más rápida que la ensaladilla rusa, cunde un montón y es más sana al no llevar mayonesa.
Mi madre, Concha, la hacía con patatas, cebolla, tomate, atún y huevo duro y le añadía vinagreta. Ella la llamaba "patatas a lo pobre" porque se consideraba que la salsa mayonesa de la ensaladilla rusa era "de ricos".
Probamos esta deliciosa ensalada en un restaurante madrileño y como nos gustó tantísimo, he decidido recrearla a mi manera.
El melocotón estaba soasado, la salsa si la he hecho con aceitunas y una piparra y lo que no hice fue la vinagreta de albahaca.
No hay comida más sana y que te reconcilie con tu cuerpo que una ensalada, cuanto más colorida mejor.
Ocurre que es preferible meterle algo de proteína para que el resultado sea totalmente redondo.
El verano es el tiempo del tomate. Aunque los consumimos todo el año, es el verano su mejor temporada y hay que aprovechar su sabor óptimo.
Hoy he preparado esta receta para una cena informal y el resultado ha sido refrescante y delicioso.
Una buena pasta es irresistible. Tiene el don de transportarte en un instante a Italia y, si le añades ingredientes marinos, entonces te vas de inmediato al Mediterráneo.
Como estábamos en Barcelona, ciudad con excelente oferta pescadera, decidimos preparar esta pasta exquisita para un día de verano.
Esta delicia vegetariana tiene origen andalusí y se preparaba en grandes celebraciones y banquetes.
Segú la leyenda, un cocinero islámico lo preparó en la celebración de la boda de la princesa Al-Buran, hija del rey Almutamid de Sevilla. En aquella época no existía el tomate y el pimiento, así que fue el precursor del pisto.
La primera noticia que tuve de este plato mediterráneo cargado de sabores y olores me la dio mi hijo Álvaro.
Le invitaron a Marruecos y en su visita les agasajaron con este delicioso entrante que fue elaborado por la tía de su amigo con el cariño de una receta que pasa de generación en generación.
Creo que la más mediterránea de las hortalizas es la berenjena. Su sabor, ligeramente amargo e inconfundible, casa estupendamente con otros muchos ingredientes.
Con queso y tomate liga a la perfección. Rellena es un `must´ que convierte un plato sencillo en una celebración y, simplemente frita con un hilo de miel nos transporta a países lejanos.
La pasta larga en forma de cintas, como la llamamos en España, conocida como fettucce en Italia, queda muy bien con salsa de nata.
Si además la acompañamos con ajo, tomate y langostinos, el nivel sube considerablemente.
En mi casa, el salmorejo es en verano como las sopas en invierno: imprescindible.
Hoy en día se pueden encontrar en los comercios y supermercados unos salmorejos ya preparados muy dignos, de manera que si te quieres rendir a la desidia veraniega y comprarlo ya envasado, no te cortes. ¡Sin remordimientos!
Las albóndigas son un plato único muy completo que gusta a todo el mundo. Cuando éramos pequeños nos encantaban las de nuestras madres o abuelas.
Con poca cantidad de carne picada o molida se puede preparar un platazo delicioso que aporte las proteínas y si lo acompañas con arroz, pasta o patatas ya aportas los hidratos de carbono y comida nutritiva resuelta.
Los huevos rellenos son un plato que te transporta a celebraciones de inmediato y, a mi, me transporta también a la niñez. A esos domingos de comida especial reunidos la enorme familia en torno a la mesa.
Mi madre, Concha, era una cocinera excepcional y era además una fan total de los rellenos: huevos, tomates, pimientos, carnes, canelones... Me imagino que con una gran familia con cuatro hijos, el tiempo invertido en la cocina para hacer un relleno compensaba con creces el disfrutar luego de una comida preparada y sentarse a disfrutar del papeo.
Si el salmorejo os apasiona, no dejéis de probar estos exquisitos huevos rellenos de jamón con salmorejo. Llenan menos que los clásicos huevos cocidos rellenos con mayonesa y otras farsas y, además, engordan un poco menos.
Esta receta es del gran Martín Berasategui, el chef con más estrellas Michelín de España (ni más ni menos que doce) y gran maestro de la cocina.
Con los moluscos más baratos y los ingredientes más simples de nuestra despensa conseguiremos un plato delicioso, nutritivo y con un punto alegre y festivo.
En casi todas las culturas existe un plato de carne molida hecha bolitas que se fríen u hornean y se acompañan con diferentes salsas o farsas. Nunca se ponen de moda porque siempre estuvieron ahí.
En España son las riquísimas y socorridas albóndigas, herencia de los árabes, las kibeh, kebabi o köfte de Oriente, Asia o África con aromáticas esencias, las de hígado de Bavaria, las suecas, las de patata o verduras e incluso las de diferentes pescados de la cocina china.
Es un placer comer los productos de temporada en su momento. Con las prisas y la vida complicada que llevamos, no nos queda más remedio de cocinar con antelación, congelar e ir sacando cada día.
Por eso, es maravilloso disponer de un poco de tiempo por delante (fines de semana o días de vacaciones), acudir al mercado y cocinar lo que acabas de comprar.
¡Qué recuerdos a mi niñez me despiertan las empanadillas! Mi madre nos las preparaba a los cuatro hermanos fritas y rellenas de atún con tomate frito casero. Tenía que freír un cargamento de ellas y las teníamos contadas para no escatimar ninguna a nadie...
Yo no las suelo preparar ya fritas. He cambiado a las horneadas por comodidad y por salud. En el horno se hacen en un instante mientras tú haces otras cosas y al quitar las calorías de la fritura sientan mejor y son más saludables.
Esta es tan solo una variante del excelso salmorejo cordobés que publiqué en el blog con la receta genuina de la cordobesa Lola Lucena (pincha aquí para ir a la receta)
Tenía una cena especial con amigos y quería "tunear" o variar la tradicional crema fría dándole un toque más sofisticado.