Este es un plato de pueblo, de Castilla, sencillo y que gusta a todas las personas.
Si puedes comprar ingredientes de primera, a saber: lomo casero, picadillo artesano, patatas de las de verdad y huevos de corral, entonces ya subes al paraíso.
Este es un plato de pueblo, de Castilla, sencillo y que gusta a todas las personas.
Si puedes comprar ingredientes de primera, a saber: lomo casero, picadillo artesano, patatas de las de verdad y huevos de corral, entonces ya subes al paraíso.
Desde que mi hijo aprendió a hacer la carbonara a la italiana, solemos preparar la pasta de esta manera nutritiva, sencilla y deliciosa.
Como tenía unos langostinos también, decidimos este domingo comer esta carbonara con una vuelta de tuerca y mezcla de ingredientes.
Esta es la típica receta que una vez que la has descubierto ya no paras de hacerla.
Los huevos son un alimento universal que están repletos de nutrientes y aceptan miles de combinaciones y preparaciones.
La historia de la Carbonara es diferente según quien la cuente. Unos dicen que su historia aparece en la 2ª Guerral Mundial, en el Lacio, cuando un cocinero romano preparó a los soldados estadounidenses esta receta con huevos y bacon, ingredientes bastante humildes een tiempos de guerra.
Otra versión apunta a la zona de los Apeninos, tradicionalmente minera, en la que trabajaban los mineros del carbón o "carbonari" y que comían este tipo de pasta sencilla con huevos, pancetta, pimienta y queso.
Aunque la denominación de "Huevos mimosa" nos suene sofisticada y compleja, realmente es la manera en que la cocina francesa denomina a los huevos rellenos.
De esta forma, puede haber huevos mimosa casi, casi de cualquier farsa o relleno que se nos ocurra.
Me encanta darle una segunda vida a las sobras. Ahora, en tiempos de Fiestas de Navidad, preparamos una enorme cantidad de comida (por si acaso) y por eso, las sobras del día o los días siguientes se convierten el canelones en San Esteban o en otras comidas y cenas de aprovechamiento.
Este plato lo comimos ayer para aprovechar los restos de salmón ahumado tradicional (que compramos en Ramest pincha aquí) y que está de vicio.
Al contraer matrimonio la noble florentina Catalina de Médici con Enrique II de Francia, en el siglo XVI, llevó a la corte francesa a sus cocineros italianos y, por eso, a estos deliciosos huevos se les da el nombre de la ciudad en la que nació la poderosa reina francesa.
La fama de este plato es bien merecida: con unos pocos ingredientes se consigue una comida delicada y nutritiva.
Los huevos rellenos de cualquier farsa son siempre una buenísima elección que transforma un plato cotidiano en una comida de celebración.
Sólo hay que cocer los huevos el tiempo necesario (no más de 11 minutos), dejarlos enfriar y pelarlos, cortarlos a lo largo y sacar las yemas cocidas para dejar el hueco preparado para rellenarlo con cualquier mezcla que nos guste.
Los huevos rellenos son un plato que te transporta a celebraciones de inmediato y, a mi, me transporta también a la niñez. A esos domingos de comida especial reunidos la enorme familia en torno a la mesa.
Mi madre, Concha, era una cocinera excepcional y era además una fan total de los rellenos: huevos, tomates, pimientos, carnes, canelones... Me imagino que con una gran familia con cuatro hijos, el tiempo invertido en la cocina para hacer un relleno compensaba con creces el disfrutar luego de una comida preparada y sentarse a disfrutar del papeo.
Mi madre siempre decía que en una casa siempre debe haber patatas y huevos pues con esos dos ingredientes puedes apañar una buena comida. Tenía toda la razón.
Yo sigo a rajatabla su consejo y me sirve para improvisar una buena comida. Como hoy. Tenía un poco de bacalao desalado en la nevera que compré para otra receta y había que darle salida.
¡Menudo invento más delicioso es la Quiche! Esta preparación francesa, que es una tarta salada hecha con huevos y crema fresca con añadido de verduras y/o carnes, deriva del vocablo Küche del dialecto lorenés, región francesa cercana a Alemania.
Aunque la más célebre es la quiche Lorraine, se puede elaborar con muchas farsas dando lugar a diversas variantes.
Si el salmorejo os apasiona, no dejéis de probar estos exquisitos huevos rellenos de jamón con salmorejo. Llenan menos que los clásicos huevos cocidos rellenos con mayonesa y otras farsas y, además, engordan un poco menos.
¡Qué recuerdos a mi niñez me despiertan las empanadillas! Mi madre nos las preparaba a los cuatro hermanos fritas y rellenas de atún con tomate frito casero. Tenía que freír un cargamento de ellas y las teníamos contadas para no escatimar ninguna a nadie...
Yo no las suelo preparar ya fritas. He cambiado a las horneadas por comodidad y por salud. En el horno se hacen en un instante mientras tú haces otras cosas y al quitar las calorías de la fritura sientan mejor y son más saludables.
¡Qué tendrán los humildes huevos que a la mayoría de las personas nos encantan! Desde luego apetecen en casi cualquier momento. Son baratos, se pueden preparar de mil maneras posibles y son nutritivos y ricos en proteínas.