En casa me ha cogido el testigo de las tortillas de patata mi hijo Nacho.
Es un experto en tortillas nivel Pro y, desde que se fue de casa, las hace casi semanalmente.
En casa me ha cogido el testigo de las tortillas de patata mi hijo Nacho.
Es un experto en tortillas nivel Pro y, desde que se fue de casa, las hace casi semanalmente.
Me pasa a menudo que, al ir a un restaurante y probar un plato, quiero recrear en casa esa delicia.
Eso me pasó con las famosas Albóndigas con trufa de Echaurren Tradición, cuya visita conté en una crónica en mi otro blog Ruta Martuka (pincha aquí)
Hay combinaciones asombrosas en cocina que siempre funcionan. Una de ellas es la de las setas con trufa y cualquiera de las dos con foie, así que, un plato con estos tres ingredientes juntos promete mucho sabor.
Tenía, además, que aprovechar el foie que nos regaló la encantadora Andrea Corbal y que me inspiró esta receta.
He escogido setas frescas como las shitake y los champiñones, pero son válidas las que queráis: frescas o congeladas, boletus o rebozuelos, portobellos o trompetas de la muerte.
Me entusiasma y conmueve que mis dos hijos hayan heredado el gusto por la comida y la cocina. Cada uno tiene sus especialidades, pero esta receta de hoy la ha realizado por completo Nacho, el mayor, para celebrar nuestro aniversario. Mejor regalo, imposible.
Es un poco elaborada porque hay que dejar que el risotto vaya haciéndose despacio, añadiendo el caldo poco a poco, haciendo que el almidón destile del grano nacarado. Sin embargo, el resultado es espectacular.
Esta receta de arroz con leche no es válida para paladares que no sean atrevidos. Mi madre Concha (perdóname mamá, allá donde estés) me diría que es una aberración y que me he cargado el arroz con leche.
Pero, en casa somos las 3/4 partes truferos sin redención, así que, gracias a las excelsas perlas de trufa de Espora Gourmet (pincha aquí) que tardan en llegar a casa sólo 24 horas, puedes preparar fabulosos platos con trufa.