Los ingredientes que se añaden a las ensaladas parecen no tener límite. Tan solo el de la imaginación del (de la) que lo prepare.
Como había horneado este pavo en fiambre (pincha aquí), una de las maneras de comerlo es en forma de ensalada.
Los ingredientes que se añaden a las ensaladas parecen no tener límite. Tan solo el de la imaginación del (de la) que lo prepare.
Como había horneado este pavo en fiambre (pincha aquí), una de las maneras de comerlo es en forma de ensalada.
Esta es una de las recetas de toda la vida, que te hacía tu madre o tu abuela cuando estabas malita de la tripa y que te reconforta con sólo recordarla.
Aunque no estés enfermo o enferma, puedes hacerte esta compota por el mero placer de combinarla con yogur para el desayuno, como complemento al helado o a las natillas...
No hay ninguna comida tan refrescante, sana y revitalizante como una buena ensalada.
Si la acompañas, como en este caso, de frutas como la naranja, el pomelo y la granada, tiene un montón de vitamina C que te entona para todo el día.