En casa somos unos entusiastas del curry, de cualquiera de sus preparaciones. Una vez a la semana se come siempre el curry de pollo, pero también lo preparo con garbanzos, con sepia, con langostinos, con lentejas...
Es una pasada el sabor que le aporta a los platos, el aroma cuando lo cocinas y el color tan bonito anaranjado-amarillo que le da. Aunque a algunas personas les desagrada esta mezcla de especias, a otras nos resulta exquisita y nos traslada a países lejanos.