Se acaban de cumplir dos años de la muerte de mi padre y aunque le recuerde cada día en un montón de instantes cotidianos, es en los aniversarios cuando se rememoran momentos compartidos y anécdotas vividas.
Ya os hablé de mi padre cuando falleció en una entrada que le dediqué (pincha aquí) y hoy le presto homenaje con un plato que a él le encantaba: el cochifrito o cochinillo frito, pero dándole una vuelta de modernidad.