El jueves en la pescadería de Santos en el Mercado de Moratalaz me llamó la atención el color y la forma de estos pescados tan peculiares.
Preguntando por ellos me dijeron que venían de Andalucía y que su nombre era raor, galán, pez loro o pez papagayo... Que era un pescado blanco cuyo sabor era muy apreciado, mezcla entre salmonete y lenguado y la piel era deliciosísima al freirse.
Tienen la fama de ser el pescado más caro del mercado, alcanzando el kilogramo en algunos años de escasez (es un pescado de anzuelo) el precio de 100 euros. Los tienen en el litoral mediterráneo, desde Almería a Cataluña y en las Islas Baleares pues es un pez de aguas calientes.
Realmente no necesitan nada más que un buen aceite de oliva virgen muy caliente y una fritura que los deje con la piel muy crujiente.
Los grandes cocineros y chefs, como Carme Ruscalleda, los preparan en temporada.
Para 4 personas:
- 12 loritos (casi eran 1 Kg)
- harina para freír
- aceite de oliva virgen extra
Se pasan por harina los pescados y se sacuden un poco del exceso:
Cuando el aceite esté muy caliente se fríen, primero por un lado, dejando que la piel se churrusque quedando como inflada, y luego por el otro lado.
Se comen inmediatamente, recién frititos, con una copa de vino blanco muy fría.
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