Mi hermana Meli me pidió que le hiciera unas galletas con glaseado para la Comunión de su hija Beatriz. La idea era hacer galletas de mantequilla tipo danesas, horneadas con un palito de brocheta y cubiertas con glaseado rosa y blanco, como la decoración del salón.
Había hecho, en otras ocasiones, galletas de mantequilla, pero nunca había utilizado el fondant y desconocía completamente todo el proceso. No es difícil, sólo necesitáis paciencia, horas por delante y unos cuantos ingredientes especiales, además de unos materiales nuevos.
Hice dos tipos de galletas, unas cuadradas, cuya receta tomé de
Dulces y panes, pero modificada, pues no añadí levadura. La otra receta, con la que hice las galletas redondas, pertenece al libro
Dulces y postres de Ana Mª Prieto, la bloguera de
Las recetas de mamá.
Las dos recetas resultan muy ricas. La de Ana Mª siguen la fórmula de Karen's Cookies y tienen mayor proporción de mantequilla, además de necesitar la masa un tiempo de reposo.
Tengo que agradecer de corazón a mi antigua alumna Alejandra Marín todas las indicaciones, recomendaciones y trucos que me aportó para poder decorar las galletas. Ella me recomendó no elaborar la glasa real, sino comprar el fondant ya hecho para ganar tiempo.
El resultado, como podéis ver, salta a la vista. El sabor es delicioso y el aspecto resulta genial. Con celofán y cintas envolvimos las piruletas de galleta y por detrás pusimos unas pegatinas con el dibujo de la niña de Comunión.
Si vivís en Madrid y queréis encargármelas, no tenéis más que dirigiros a mi dirección de correo electrónico o bien a través de mi página de Facebook
Las recetas de Martuka.
- Para la masa de las galletas cuadradas (salen unas 40-50 galletas):
- 240 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 300 g de azúcar
- 2 huevos medianos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- una pizca de sal
- 500 g de harina de repostería
- Para la masa de las galletas redondas o de Karen's Kitchen (salen unas 20-25 galletas):
- 225 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 150 g de azúcar glas
- 1 huevo y 1 yema
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 375 g de harina de repostería
- 1 pellizco de sal
- Para el glaseado:
- 450 g de fondant blanco (son esas barras como de plastilina de la imagen superior)
- 200 g + 200g de fondant rosa
- miel
- corazoncitos, estrellas... para decorar
Para las dos recetas se trabaja de la misma forma, pues los ingredientes son los mismos, aunque varía la proporción. Se bate la mantequilla a temperatura ambiente reblandecida con el azúcar hasta conseguir una masa cremosa y homogénea. Se incorporan los huevos y se bate hasta que se integre bien en la masa.
Se agrega la esencia de vainilla (yo puse unos frasquitos de vainilla líquida de Dr. Oetker) y la pizca de sal.
Se añade la harina tamizada, poco a poco, amasando lo justo para que quede integrada.
Al final, hice el amasado con las manos y formé una bola. En el caso de la segunda receta, recomendaba guardarla varias horas en el frigorífico envuelta en papel de film.
Se precalienta el horno, con calor arriba y abajo, hasta los 180ºC.
En la bandeja del horno, sobre un papel de hornear, se colocan las galletas. Se estira la masa con un rodillo hasta unos 4-5 mm, es decir, gorditas. Se cortan las galletas con un cortapastas, se introduce el palito de la brocheta en la galleta y se van colocando en la bandeja. Sólo me cabían 8 galletas, como veis, para que no se monten los palillos.
Se hornean en la parte central del horno, pero no mucho tiempo, unos 8-9 minutos. Deben quedar blanquitas, pues si se dejan muy tostadas la manipulación posterior es peor, y se corre el riesgo de que se rompan.
Después de cortar cada tanda de galletas, yo introducía la masa en la nevera o en el congelador, para manipularla mejor después. Como llevan mucha mantequilla, si la dejáis en la cocina, la masa se ablanda mucho y no podéis cortar bien las galletas.
Se separan de la bandeja del horno con cuidado, con una espátula y se pasan a una rejilla para que se enfríen.
Se van cortando más galletas y se van horneando por tandas, hasta acabar toda la masa. A mi me salieron 64 galletas, de las que aproveché 61, pues hubo una a la que se le cayó el palo y dos galletas más salieron un poquito deformadas y las deseché para la decoración.
La decoración con la glasa se hace siempre en frío. El horneado lo hice por la mañana y la decoración por la tarde. Se extiende el fondant sobre una superficie cubierta con azúcar glas con ayuda de un rodillo especial de plástico duro (si es de madera se pega). Se corta con ayuda del mismo cortapastas que hemos empleado en el corte de las galletas. Se pega con un poco de miel o de almíbar, lo que deseéis.
Se decoran como se quiera y como vuestra imaginación os sugiera. Aquí he empleado una nueva capa, más pequeña de glaseado por encima.
Se envuelven en papel de celofán y se pone una cinta con una lazada.
Este fue el aspecto del carrito de galletas y chuches que puso mi hermana Carmen para los niños en la Comunión de su hija Beatriz: