Las ensaladas son para el verano, pero también en cualquier momento del año. Hoy tenemos todo tipo de hortalizas en el mercado todas las estaciones.
Los tomates, sin embargo, en el verano están en su punto óptimo y con el sabor más auténtico.
Las ensaladas son para el verano, pero también en cualquier momento del año. Hoy tenemos todo tipo de hortalizas en el mercado todas las estaciones.
Los tomates, sin embargo, en el verano están en su punto óptimo y con el sabor más auténtico.
Los ingredientes que se añaden a las ensaladas parecen no tener límite. Tan solo el de la imaginación del (de la) que lo prepare.
Como había horneado este pavo en fiambre (pincha aquí), una de las maneras de comerlo es en forma de ensalada.
En todas las casas hemos comido ensalada campera, sobre todo en verano. Es más rápida que la ensaladilla rusa, cunde un montón y es más sana al no llevar mayonesa.
Mi madre, Concha, la hacía con patatas, cebolla, tomate, atún y huevo duro y le añadía vinagreta. Ella la llamaba "patatas a lo pobre" porque se consideraba que la salsa mayonesa de la ensaladilla rusa era "de ricos".
Probamos esta deliciosa ensalada en un restaurante madrileño y como nos gustó tantísimo, he decidido recrearla a mi manera.
El melocotón estaba soasado, la salsa si la he hecho con aceitunas y una piparra y lo que no hice fue la vinagreta de albahaca.
No hay comida más sana y que te reconcilie con tu cuerpo que una ensalada, cuanto más colorida mejor.
Ocurre que es preferible meterle algo de proteína para que el resultado sea totalmente redondo.
Esta es la típica idea que ves un día cualquiera en una foto en una red social y dices: anda, voy a hacerla porque tiene que estar deliciosa.
Es saludable, nutritiva, tiene un montón de propiedades detox y tan sólo tres ingredientes.
No hay ninguna comida tan refrescante, sana y revitalizante como una buena ensalada.
Si la acompañas, como en este caso, de frutas como la naranja, el pomelo y la granada, tiene un montón de vitamina C que te entona para todo el día.
En mi casa, el salmorejo es en verano como las sopas en invierno: imprescindible.
Hoy en día se pueden encontrar en los comercios y supermercados unos salmorejos ya preparados muy dignos, de manera que si te quieres rendir a la desidia veraniega y comprarlo ya envasado, no te cortes. ¡Sin remordimientos!
Las ensaladas de pollo son un plato supernutritivo y refrescante que te consigue en un solo bocado aportar los sabores más ricos.
Ya os he compartido otras recetas clásicas de ensalada de pollo, como la que se hacía en mi casa desde siempre y que nos preparó por vez primera mi querida tía Minchi, recientemente fallecida.
Las legumbres no sólo se pueden comer en guisos. También podemos prepararlas en ensaladas como ésta que os traigo hoy y que es una forma estupenda de comer garbanzos.
Sólo tenemos que escoger una buena conserva de atún en aceite, preparar toda la farsa y disfrutar de una comida rápida, nutritiva y deliciosa.
Esta ensalada oriunda de Málaga es ideal los días de calor. He estado viendo varias recetas de allí y hay tantas variedades que, dependiendo del pueblo malagueño, tenía diferente denominación.
También hay un plato parecido llamado Remojón Granadino (pincha aquí) que es muy similar.
La que he preparado hoy en casa lleva bacalao con patatas y naranja, pero he visto versiones sin patatas, sin bacalao y con atún, con tomate...
La ensaladilla es un clásico veraniego que gusta a todo el mundo. A mi me da igual que la patata esté más o menos machacada, si lleva o no zanahoria, si se le añaden o no guisantes.
El caso es que lleve su patata, huevo duro, mayonesa (a ser posible casera) y una proteína que suele ser el bonito o atún.
Esta receta es muy sencilla y el sabor es espectacular. Sólo requiere de un tiempo para asar los pimientos en el horno, dejarlos enfriar y pelarlos para quitar las pieles.
El resto es elegir una buena conserva de atún, en este caso ventresca, que es una parte muy jugosa del pescado, un aliño con ajo y un aceite de oliva virgen de calidad.
Me gusta mucho el frescor y el punto dulce que le aportan las frutas a las ensaladas. Además de un color vistoso que entra por los ojos, claro.
Cuando preparé esta ensalada en casa y la llevé a la mesa me dijeron que muy bonita, pero "ni fu ni fa". Luego cuando la comieron cambiaron de idea y me propusieron que la incorporara a las favoritas.