Esta es la típica receta super-apetecible que decides hacer para los más jóvenes de la casa y que tú acabas disfrutando como el que más.
Es bastante calórica, pero, al fin y al cabo, un día es un día y nos podemos permitir darnos un gustazo. Si tomamos una ración cortita, nuestra conciencia y nuestro cuerpo nos lo agradecerán... jajaja