Parece ser que esta deliciosa crema o gazpacho de almendras y ajo procede de los romanos. En el tratado culinario de Apicius aparece un plato elaborado con un majado de pan duro, aceite, ajo, vinagre y agua.
Con unos sencillos ingredientes al alcance de todos se consiguió un alimento nutritivo, barato y fácil.