Es increíble lo rico que es el tomate. A mi me gusta de todas las formas posibles: crudo en ensaladas, en salsas como acompañamiento, en los guisos sirviendo de soporte a un buen sofrito, en gazpacho o salmorejo, seco, en mermelada...
Es un ingrediente indispensable en la cocina. Yo no sabría qué hacer sin él!
En la receta de hoy os lo traigo en forma de sopa o crema, con un puntito de albahaca que le eleva y hace que sea un bocado exquisito. Si os resulta un poco ácida la sopa, siempre podéis añadir una pizca de sal para compensar.
En lugar de la burrata , podéis acompañar con un pellizco de mozzarella o bien un chorreón de nata líquida o de nata agria, al gusto.
Para 4-5 personas:
- 1 Kg de tomates o bien 2 latas grandes de tomate entero pelado en conserva
- 1 cebolleta
- 3 zanahorias
- aceite de oliva
- 1/2 Litro de caldo de pollo
- albahaca fresca
- 1 burrata o 1 bola de mozzarella
- semillas de amapola
Se pone en una cazuela un poco de aceite de oliva a calentar y se rehoga en él unos 5 minutos la cebolla y la cebolleta picadas con una pizca de sal.
Se añade el tomate entero pelado, escurrido de su caldo (aunque éste se conserva) y se rehoga también unos instantes.
Se incorpora el caldo de pollo, el resto del agua de vegetación del tomate en conserva, se salpimenta y se deja cocer 45 minutos.
Se pasa por el chino (si habéis empleado tomates frescos) o por la batidora hasta que quede una crema suave.
Se añaden unas hojas de albahaca picadas y el vaso de leche y se vuelve a pasar la batidora, integrando todo.
Se deja hervir un par de minutos y se sirve caliente con un pellizco de burrata, unas hojas de albahaca fresca y semillas de amapola espolvoreadas.
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