Esta receta tradicional japonesa resulta de las más sencilla de hacer y con un resultado fantástico. Precisa pocos ingredientes (incluso si no tenéis los ingredientes de la salsa teriyaki casera podéis comprar la salsa ya hecha y añadirla al pollo cocinado) y acompañada de arroz basmati es un plato único bastante sabroso y nutritivo.
Yo he utilizado pechuga, que es la pieza que tenía en estos tiempos de confinamiento, pero podéis usar contramuslos deshuesados que os saldrán más jugosos.