No sé qué haría sin patatas!! A pesar de su mala fama por el aporte calórico, realmente si las preparamos cocidas o al horno, no se impregnan del aceite de freír y podemos comerlas sin mala conciencia.
En mi casa una vez a la semana se comen las patatas en ensaladilla, ya sea la tradicional Ensaladilla rusa (pincha aquí) o bien las patatas a lo pobre o ensaladillas más o menos ilustradas con manzana, al estilo americano o con encurtidos.