Esta delicia vegetariana tiene origen andalusí y se preparaba en grandes celebraciones y banquetes.
Segú la leyenda, un cocinero islámico lo preparó en la celebración de la boda de la princesa Al-Buran, hija del rey Almutamid de Sevilla. En aquella época no existía el tomate y el pimiento, así que fue el precursor del pisto.