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domingo, 3 de enero de 2016

Taberna Pedraza (Madrid)


Hoy por fin conseguimos reservar en la Taberna Pedraza, un honesto restaurante en la C/Ibiza, 38, en Madrid.

Por una casualidad fuimos espectadores de excepción pues estábamos situados en lo que ellos llaman "El palco". Es una zona de barra con vistas directas a la parrilla y con un camarero único, Samuel, que nos atendió maravillosamente y estaba pendiente de nosotros en todo momento.



La taberna ahora ocupa un local nuevo, contiguo al antiguo (bueno, separados por un portal) y parece un espacio años 50 con mosaico de mármol de colores en el suelo, maderas, cristal y dorado.



Estas son fotos de la antigua taberna, ahora cerrada, pero que Carmen Carro (la encantadora dueña, junto a su marido, también en los fogones y la parrilla, Santiago Pedraza) nos ha soplado que van a reconvertir en un restaurante de cocido.

Ya nos habían hablado de su Tortilla al estilo de Betanzos, poco cuajada, con patatas cortadas en cuadraditos y con huevos fresquísimos.



En la sala tienen un contador de tortillas que va plasmando el número de las que van cocinando. Hay días en que han llegado a hacer hasta 56 tortillas! Cuando te llega la cuenta, con el ticket te entregan el número de tortilla que has devorado. La nuestra era un número capicúa precioso: 12621.




Hicimos un recorrido por la carta, pues tienen medias raciones y bocados individuales. Su cocina recorre España apoyándose en los mejores productos, con preparaciones sencillas y tradicionales y una hermosa parrilla de carbón.

Probamos la Ensaladilla de Carmen, muy fina, pero a mi gusto un poco sosa, con un toque de piparras por encima.



No podían faltar en nuestra comanda dos especialidades de la casa: Croquetas melosas de jamón de ibérico de bellota y Felinos (los clásicos tigres o mejillones troceados en su concha con bechamel con su toque picante, empanados y fritos)



Tengo que confesaros que soy muy, muy exigente con las croquetas, pues mi madre Concha es una fiera haciendo croquetas (habrá envuelto unos cuantos miles de todo tipo en sus 80 años de vida y le salen de vicio). Las de Carmen no me defraudaron, muy al contrario, están hechas con una bechamel semilíquida que es un auténtico delirio.

De hecho, pregunté a Carmen cómo era posible que pudiera envolver esas croquetas con esa textura tan líquida. Me dijo que realmente era muy difícil llegar a la pasta correcta y que se desechaban muchas croquetas que no pasaban el filtro pues no llegaban al límite de la envoltura adecuada.

Seguimos probando delicias. Tomamos unas flores de alcachofa a la plancha, correctas.



En el apartado de carnes degustamos 1/2 chistorra de Lasarte con pimientos de Padrón  y otro plato espectacular: butifarra catalana con mongetes y escalibada de verduras.



Las imágenes hablan por sí solas. La carne de una buenísima calidad y asada en su parrilla de carbón. Las verduras de la escalibada estaban asadas en la parrilla, por lo que el toque de humo era riquísimo. La judías blancas o mongetes, cocidas y luego salteadas en la sartén estaban muy mantecosas y ricas.

Terminamos comiendo unas Costillas ibéricas con almendras y una Pluma de bellota con quenelle de patatas. Magníficas carnes tiernas, las costillas se despegaban del hueso de pura mantequilla y la pluma, crudita, a la plancha y espolvoreada con sal gorda era un escándalo.

Pluma de bellota
Costillas ibéricas





















Para acompañar las carnes tomamos un Ribera del Duero, que se puede pedir por copas. Era Talaia 2013.

No podíamos terminar sin un dulce final. Probamos la famosa Quesada pasiega servida como si fuera crema catalana y un Pastel de Chocolate con un bizcocho muy ligero.



Aunque parezca que comimos muchísimo, éramos 4 personas, dos de ellas dos tiarrones con dientes afilados y buenos comedores de 16 y 19 años, y las raciones no eran muy grandes.

El precio es un poco alto en la cuenta final, pero la calidad de los ingredientes justifica la nota.

En fin, muy recomendable. A los paladares acostumbrados a la cocina española les gustará mucho y a los foodies empedernidos también, pues así no tendrán que salir de Madrid para recorrer gastronómicamente toda nuestra geografía ibérica.

Gracias Carmen y Santiago por vuestra amabilidad y vuestro buen hacer. Mucho éxito en 2016!


3 comentarios:

  1. Pues tengo que ir, mi marido trabaja en esta misma calle desde hace muchos años y nunca hemos entrado en esta taberna. Cuando tengamos ocasión iremos a comer, porque hay muchos platos que has puesto que tienen una pinta buenísima.
    Feliz Año 2016 y feliz día de Reyes!
    Un beso

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    Respuestas
    1. Igualmente para ti, Mari, Feliz Año y Felices Reyes!! Ya verás como no te defrauda la Taberna. Todo está buenísimo y los dueños son un encanto.
      un besazo

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  2. En los restaurantes, contar con mobiliario adecuado es fundamental. Brinda comodidad a los comensales y crea una atmósfera agradable que complementa la experiencia gastronómica, mejorando la satisfacción de los clientes.

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