Soy una absoluta devota del arroz con leche y esta es la cuarta receta receta que subo del delicioso y tradicional postre español.
Quería cocinar la receta clásica, la asturiana, que me enseñó mi madre a hacer y que tan buenos resultados me depara. El problema fue la intendencia: era un domingo por la mañana cuando decidí llevar el postre a casa de los abuelos y me encontré que en mi despensa no quedaba ni un solo paquete de arroz bomba. Había Basmati, salvaje, integral y este arroz jazmín. Bueno, lo único que podía suceder era que resultara incomestible.
Con esa vena creadora que me asaltó decidí crear una receta nueva y, aparte del arroz que no absorbe tanta leche, añadí dos huevos a la mezcla. En casa hacía tiempo que querían probar un arroz con leche con huevos. Claro está, separé las yemas de las claras y monté estas últimas a punto de nieve. No me decepcionó el resultado. De vez en cuando hay que innovar!!
Para ocho personas:
- 300 g de arroz jazmín
- 2 ramas de canela
- la cáscara de un limón
- 1-1,5 L de leche entera
- 200 mL de nata líquida
- 2 huevos
- una taza de azúcar
Se pone en una cazuela el arroz con las cáscaras de limón, las ramas de canela, un poco de agua que cubra todo (muy poco, realmente) y una pizca de sal. Se deja que dé un pequeño hervor y se va añadiendo la leche en pocas cantidades. Se da vueltas, sin parar con una cuchara de palo.
Cuando haya absorbido el arroz la primera taza de leche, se añade una segunda y se continúa removiendo sin cesar. Cuando hago el arroz con leche tradicional con arroz bomba lo tengo cociendo cerca de una hora, sin parar de remover y agregando la leche poco a poco. Con este tipo de arroz, la cocción no resultó tan larga. Tenía miedo de que resultara pasado y acorté el tiempo, dejándolo 40 minutos.
Pasado este tiempo, añadí el azúcar y la nata líquida y seguí moviendo, integrando todo por espacio de 5 minutos. Lo retiré del fuego y separé las yemas de las claras. Las claras las monté a punto de nieve mientras el arroz se enfriaba un poco.
Con el arroz templado, añadí primero las yemas batidas, para que no se cuajaran en el arroz caliente. Se mueven bien incorporándolas. A continuación se agregan las claras a punto de nieve, con movimientos envolventes para que no se bajen. Podéis observar en la foto la "espumita" de las claras como si fuera un merengue. Se espolvorea con canela molida y se deja enfriar.
Es un arroz con leche atípico, pero pasó el control de calidad de mis exigentes catadores...
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