La pasta filo es una masa blanda, fina como una hoja de papel y casi transparente elaborada con harina, aceite, agua y sal. Su origen es griego y es muy similar a la pasta brick, que es magrebí.
Ambas sirven para elaborar multitud de recetas dulces y saladas con ese toque árabe. Se pueden encontrar fácilmente en los supermercados, pues hasta en Mercadona tienen ambas masas. No hay que sentir ningún complejo en usalras, pues son muy sencillas de utilizar y no tanto de elaborar (creo que no compensa, pues las comerciales son muy dignas)
Esta vez he elaborado un postre para chuparse los dedos. La pasta filo cruje en nuestra boca mezclada con la suave crema de chocolate blanco y el sutil amargor de los frutos rojos. Una delicia, vamos.
Para 12 cestos:
- 1 paquete de masa filo (o brick)
- 200 g de chocolate blanco
- 200 mL de nata líquida para montar (al 35% de MG)
- 2 cucharadas de nata líquida (o de leche)
- mantequilla
- azúcar glace
- frutos rojos variados: grosellas, frambuesa, fresas, arándanos...
Como en mi casa son muy dulceros, preparé crema de chocolate blanco a demanda. Podéis hacer la mitad de crema o bien variar la cantidad, siempre y cuando utilicéis la misma cantidad de nata y chocolate blanco.
Se precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Se sacan las obleas de masa filo para que se templen un poco.
Se cortan cuadrados de masa y se disponen en unos moldes tipo flaneras, frunciéndolos para darles forma de cestillo. Se derrite un poco de mantequilla en el microondas y se pincelan los cestos con ella. Se espolvorean con azúcar glace.
Se hornean durante 5 o 6 minutos hasta que se doren sin quemarse.
En un recipiente apto para el microondas se pone el chocolate troceado con las 2 cucharadas de leche. Se introduce 20 segundos en el microondas. Se remueve con una espátula y se vuelve a introducir otros 20 segundos. Se vuelve a remover. Si fuera necesario se introduce de nuevo en el microondas.
Se debe hacer de esta forma porque el chocolate blanco es muy sensible al calor y si lo hacemos de forma brusca se separa la parte grasa de la manteca. Podéis hacer también el proceso al fuego al baño María.
Se bate la nata muy fría con unas varillas eléctricas. Se deja entibiar el chocolate. Se mezcla el chocolate blanco con la nata con movimientos envolventes, para que quede muy cremoso. Se introduce en la nevera y se deja enfriar.
Se rellenan en el momento de servir, disponiendo un par de cucharaditas de crema en cada cestillo y decorando con frutos rojos.
Con la pasta filo no es que me lleve muy bien precisamente, pero hay que reconocerle lo rica que está en todas sus preparaciones, dulces y saladas y la prueba la traes tú hoy con esta maravilla de postre. Esos dos que hay en el plato desaparecerían en un momento si los tuviera delante. y además son bonitos.
ResponderEliminarBss
La mas filo es un poco delicada al ser tan fina, pero luego se puede manejar bien. En mi casa volaron, Mª Dolores!! un beso
EliminarExcelente postre, delicioso y bien presentado!! para triunfar seguro en la mesa! Un beso
ResponderEliminarGracias Elisa, quedas fenomenal en una cena o comida si los presentas de postre!
EliminarMe ha gustado mucho tu propuesta, me parece que te ha quedado muy bien y riquísimo. A mi me da un poco de miedo usarlas, porque pienso que se me va a romper y voy hacer un desastre, pero creo que me voy a animar.
ResponderEliminarBesitos
Anímate, Mari Nuri.Ya verás como te salen genial! un beso
EliminarPreciosos y deliciosos! Ahora mismo me comia uno de estos cestitos que tengo un hambre, y deben estar de vicio vicioso!! un beso
ResponderEliminarLes receptes que m'agraden
Mil gracias Pilar, llevas toda la razón: están de vicio vicioso!!!
Eliminarbesotes
¡Hola, Martuka!
ResponderEliminarTe he nominado (y galardonado si lo aceptas) al Premio "Dardos". Lo puedes ver aquí: http://elbucleazul.blogspot.com.es/2014/09/premio-dardos-para-el-bucle-azul.html
¡Enhorabuena! =) <3 <3 <3
Ay, Pilar, vaya honor y qué ilusión estar entre tantos literatos con mi plumilla gastronómica!! Un beso azul
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