A pesar del refrán: lentejas, comida de viejas, si las quieres las comes y si no, las dejas, las lentejas son comida de todos, de viejas, de jóvenes y de niños.
No conozco a nadie a quien no le gusten las humildes lentejas. Son un alimento muy nutritivo que aporta mucha fibra y proteínas y reconfortan de inmediato el cuerpo.
Para 4-5 personas:
- 1/2 kg de lentejas
- 1 hoja de laurel
- 1 cebolla
- 3 zanahorias
- 2 patatas
- 1 cucharadita de curry
- aceite de oliva
- 1 diente de ajo pequeño
- 1 cucharada de salsa de tomate
- 1 cucharadita de harina
- 100 g de panceta en tiras
- perejil fresco
Se cuecen las lentejas (directamente o remojadas previamente, según el tipo de lenteja) cubiertas con agua salada en la que se pone la hoja de laurel y media cebolla picada en cascos, las patatas peladas, lavadas y cortadas en dados y las zanahorias raspadas, lavadas y cortadas en trozos.
Se añade un poco de curry y se cuecen durante 20 minutos.
Se prepara el sofrito para el guiso. Para ello, se ponen 2 cucharadas de aceite de oliva en el fondo de una sartén y se añade la otra media cebolla picada. Se deja que se ablande a fuego medio-bajo. Se añade el ajo picado, el perejil lavado y picado, la salsa de tomate y otro poco de curry. Se deja cocinar unos minutos.
Por último se agrega una cucharadita de harina (opcional) y se remueve con una cuchara de madera para que se tueste un poco y se mezcle con el resto de los ingredientes del sofrito.
Se añade el sofrito a la cazuela de las lentejas cocidas y se deja que dé un hervor para que espese ligeramente la salsa.
Se fríen (sin grasa, ellos la sueltan) los trocitos de panceta hasta que queden bien churruscados tipo torrezno y se sirven con las lentejas muy calentitas.
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