Adoro profundamente el chocolate. Tengo una auténtica necesidad de comerlo a diario. No sé qué carencia tendré... jajaja, si nutricional o emocional, pero el caso es que la simple ingesta de un trocito me reconcilia con la vida.
Para 10-12 porciones:
- 200 g de chocolate negro
- 180 g de azúcar
- 4 cucharadas de agua
- 1 chorrito de zumo de limón
- 150 g de mantequilla salada
- 4 huevos
- 3 cucharadas de harina
- 1 cucharadita de vainilla líquida
- azúcar morena para espolvorear
Se precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo. Se unta un molde rectangular (o redondo) con mantequilla y se espolvorea con un poco de harina. Se reserva.
Se pone en un cazo de acero o aluminio (así reparte mejor el calor) el azúcar con las 4 cucharadas de agua y el chorrito de limón y se pone al fuego. Esperamos hasta formar un caramelo líquido.
Se aparta el cazo del fuego y se agrega la mantequilla en dados, removiendo. Si no disponéis de mantequilla salada se puede usar sin sal y añadir un pellizco de sal. A continuación se agrega el chocolate y la vainilla.
Se remueve todo hasta que quede una masa lisa. Se reserva en un bol.
Se baten a punto de nieve las claras y las yemas se mezclan con el contenido del bol y con la harina tamizada.
Después de remover un rato se añaden las claras a punto de nieve y se mezclan con cuidado con movimientos envolventes.
Se vierte la masa en el molde, se espolvorea con azúcar moreno y se hornea durante 20 minutos.
debe estar super rico marta mmmmm que hambre me esta entrando ¡¡¡¡ jajajaj besitos
ResponderEliminarJajaja... Me parece que a ti te gusta muy poco el chocolate...
ResponderEliminar