He elegido la receta de la gran
Carme Ruscalleda. Es muy sencilla y sale espectacular. Se puede tomar, simplemente, untada sobre pan tostado como si fuera un paté; o podéis realizar unos "saquitos" de pasta brick rellenos con la brandada y hornearlos o freírlos...
Si conocéis una buena tienda de bacalao, podéis comprarlo ya desalado y así ahorráis tiempo en el desalado.
Este precioso escaparate es de La casa del Bacalao, en la C/ Goya, 89, donde yo lo compro en muchas ocasiones.
Para una buena ración de brandada:
- 500 g de bacalao remojado
- 8 dientes de ajo
- 200 mL de aceite de oliva virgen extra
- 30 mL de crema de leche
Se despelleja el bacalao y se desespina. Se corta en dados de tamaño regular y se pone en una cazuela con agua que justo lo cubra. A fuego lento se pone a calentar y se cuece sólo hasta que rompa a hervir.
En un cazo pequeño, a fuego medio, se ponen a dorar los ajos para conseguir un aceite perfumado. Cuando se dore el ajo, se retira y se mantiene el aceite caliente.
Se escurre el bacalao, se coloca en un bol y se vierte por encima el aceite caliente. Se tritura con la batidora hasta que consigamos una pasta fina y untuosa. Una vez llegado a este punto, se añade la crema de leche y se continúa el triturado unos instantes más.
Si vamos a calentarla posteriormente, debemos hacerlo con cuidado y sin golpes de calor repentinos, pues se puede estropear su fineza.
 |
Canapés de brandada con pimiento caramelizado |
No hay comentarios:
Publicar un comentario