Me entusiasma el pisto en verano. Es la temporada en la que las hortalizas y verduras apetecen más y los tomates están en su mejor momento.
Gloria, de Fariza, me regaló un calabacín, pimientos verdes, cebollas y tomates de su huerta y decidí hacer esta versión del pisto firmada por el gran Karlos Arguiñano.
La única variación es añadir los huevos batidos como para tortilla al final del proceso y el resultado es de una melosidad extrema.
Sólo hay que pertrecharse de una buena barra de pan para mojar y disfrutar.
Para 5-6 personas:
- 2 calabacines medianos
- 1 cebolla grande
- 2 pimientos verdes
- 1 Kg de tomates
- aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de azúcar
- sal
- 4 huevos
Se pone en una cazuela o sartén un poco de aceite de oliva y se rehoga la cebolla unos 10 minutos.
Luego se añade el pimiento verde, cortado también en trozos no muy grandes y se rehoga otros 10 minutos con la cebolla.
Se pela el calabacín, se corta en dados y se deja con un poco de sal (para que suelte el agua con la acidez) mientras se rehogan las otras verduras. Se agrega a la cazuela con la cebolla y el pimiento.
Se lavan y pelan los tomates, se quita el pedúnculo y se ponen en un vaso batidor cortados en trozos:
Se incorporan a la cazuela de verduras. Se sala y se añaden las dos cucharadas de azúcar para restar acidez.
Se pone a fuego lento y se deja que se hagan las verduras, despacito, durante una hora, hasta que el calabacín se ablande bien.
Se baten los huevos como para tortilla y se añaden a la cazuela, fuera del fuego. Se remueve bien con la cuchara de madera:
Se sirve muy caliente acompañado de pan frito o bien de una barra de buen pan.
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