No hay pescado que más me guste que el rape. No tiene espinas, solo un hueso central como cartilaginoso y una cabeza enorme con la que elaborar una buena sopa de pescado o el fumet para guisos marineros.
En Asturias le llaman pixín a cualquier pez o pescado (es el diminutivo de pexe o pixu), pero como el rape se llama "pez sapo" o pejesapo, es el nombre con el que se conoce habitualmente en esta región española al rape.
Su carne es dura y apretada, con un intenso sabor marino. Se puede preparar de muchas formas, pero rebozado mantiene su jugosidad o tersura protegido por la crujiente capa de harina y huevo.
Realmente uno se podría comer así el rape de una tacada, como si fueran pipas. Está tan delicioso y sabroso que no me extraña que se le considere el "rey de mar". Hoy nos dimos un homenaje en casa al ver en una pescadería cercana que lo tenían a buen precio si llevabas la cola entera del pescado. Dicho y hecho: fritos de pixín para entrar en el delirio.
Para 5 personas:
- 1 cola de rape de 1 Kg aproximadamente cortada en rodajas
- 3 huevos medianos o 2 grandes
- harina de trigo
- sal
- abundante aceite de oliva limpio para freír
- mayonesa casera para acompañar
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