Cuando un pescado es bueno no necesita una preparación muy elaborada.
Cuando me ofrecen un pescado en salsa, normalmente desconfío. La salsa suele enmascarar la frescura del pez pues así camufla sabores.
Por esta razón, mis formas favoritas de preparar el pescado es al horno o a la plancha.
El rodaballo es un pescado blanco procedente en su mayor parte de Galicia. Es plano y de forma romboidal.
Pedí a mi pescadero que me lo cortara en lomos para tomarlo en raciones individuales y con la cabeza y las espinas preparé un caldo de pescado para chuparse los dedos.
Es importante antes de ponerlo sobre la sartén o plancha que el pescado esté muy seco, así que, pásalo por un paño o papel de cocina para que no tenga humedad.
Para 4 personas:
- 1 rodaballo
- aceite de oliva virgen
- sal
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