Si el salmorejo os apasiona, no dejéis de probar estos exquisitos huevos rellenos de jamón con salmorejo. Llenan menos que los clásicos huevos cocidos rellenos con mayonesa y otras farsas y, además, engordan un poco menos.
También los podéis servir en fiestas o celebraciones y es la manera de presentar algo nuevo, sofisticado y a la vez delicioso.
Para 4-5 personas:
- 8 huevos
- 100 g de jamón serrano picado (si es ibérico aún mejor) + 25 g en tapas finas para decorar
- Media barra de pan del día
- 200 mL de salmorejo
Ingredientes del salmorejo:
- 1 Kg de tomates
- 1 diente de ajo
- 200 mL de aceite de oliva virgen extra
- sal
- agua fría (si resulta demasiado espeso)
Se comienza dejando los tomates lavados y partidos en trozos en un bol grande junto con el pan troceado con las manos, el diente de ajo machacado y sal. Si se deja que los tomates vayan perdiendo el agua y la vaya absorbiendo el pan durante 1-2 h (o el tiempo de que dispongáis si es menor) el resultado es mucho más rico.
Este es un truco que Lola Lucena, cordobesa de pro y suegra de mi hermana Carmen, le enseñó a su nuera para que aprendiera la receta de su casa.
Una vez reposada la mezcla, se pasa a una batidora. Yo utilizo el vaso americano, pero si sólo tenéis Minipimer también vale o el robot de cocina.
Se bate primero un poco el tomate con el pan y el ajo y se añade, poco a poco, el aceite de oliva virgen. Yo lo echo a hilo y voy viendo. Se comprueba que el color pasa de rojo a anaranjado por el efecto de la emulsión del aceite.
Se deja en el punto que os guste de textura. Yo lo prefiero un poco más líquido que no tan espeso. Por eso, podéis rectificar de sal, aceite o agua, probando hasta dar con el gusto adecuado. Se deja enfriar en la nevera hasta que se rellenen los huevos.
También se cuecen los huevos en agua abundante durante 11 minutos. Si los cocéis más tiempo aparecerá esa capa grisácea entre la clara y la yema cocida, que no indica que esté mal el huevo sino que la cocción fue prolongada.
Se refrescan al chorro de agua y se pelan todos ellos, cortándolos en mitades a lo largo.
Se sacan las yemas de los huevos y se machacan con un tenedor. Se añade el jamón serrano picado y se mezclan bien. Se incorporan unas cucharadas de salmorejo y se mezcla bien con la cuchara.
De nuevo vais probando hasta dar con el relleno que quede más bien espeso y no escurra de la clara que va a hacer de contenedor del relleno.
Se van rellenando los huecos que deja la yema del huevo cocido de forma generosa. Se salsea con más salmorejo por encima y se cubre con una tapa muy fina de jamón por encima.
La ventaja, además, es que os va a sobrar seguro salmorejo y lo podéis tomar de la forma habitual.
También podéis reducir el tiempo de la elaboración del plato si conseguís un salmorejo en el comercio que sea de muy buena calidad.
¡Bueno, ya me diréis qué os han parecido!
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