Me encantan los postres en vasito que pueden tomarse también en la merienda o el desayuno. Es una forma perfecta de presentar los postres, aunque también puedes decidirte por un aro de emplatado y un plato bonito.
El caso es que tenía unas manzanas muy sosas y decidí hacer una especie de compota con mantequilla, canela y frutos secos para aprovecharlas.
Se pueden comer también solas o con crema de queso mascarpone, lo que más os guste. Se prepara en un momento, mientras hacéis otras cosas, y se deja enfriar para luego mezclarlo con el requesón.
¡Una deliciosa receta de aprovechamiento!
Para 4 personas:
- 2 manzanas Golden (u otra variedad de vuestro gusto)
- 200 g de azúcar blanco
- 50 g de azúcar moreno de caña
- el zumo de medio limón
- 1 palo de canela
- 25 g de anacardos (o piñones u otro fruto seco)
- 50 g de mantequilla sin sal
- 300 g de requesón
- 2 cucharadas de miel
Se pelan las manzanas y se cortan en dados pequeños. Se ponen en una cazuela con el zumo de limón, el azúcar, la rama de canela. la mantequilla y los anacardos picados.
Se tapa la cazuela y se deja a fuego bajo hasta que las manzanas estén blanditas (una media hora). Se quita el palo de canela. Se mezcla el requesón con la miel (opcional, si no quieres un sabor muy dulce puedes dejar el requesón sin mezclar con la miel).
Se toman los vasitos y se dispone una capa de requesón, una de manzana y otra de requesón, apretando suavemente cada capa para que se compacte un poco.
Se riega con un poco del almíbar de cocer las manzanas, se espolvorea con los frutos secos y canela y se sirve. También se puede enfriar un rato antes de servir.
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