Los huevos rellenos son un plato que te transporta a celebraciones de inmediato y, a mi, me transporta también a la niñez. A esos domingos de comida especial reunidos la enorme familia en torno a la mesa.
Mi madre, Concha, era una cocinera excepcional y era además una fan total de los rellenos: huevos, tomates, pimientos, carnes, canelones... Me imagino que con una gran familia con cuatro hijos, el tiempo invertido en la cocina para hacer un relleno compensaba con creces el disfrutar luego de una comida preparada y sentarse a disfrutar del papeo.
Estos huevos rellenos que preparaba mi madre -y que he me ha inspirado Arguiñano, padre de la cocina española- hacía mil años que no los comía. La causa es que fueron desplazados por los famosos Huevos rellenos de jamón y gambas que preparaba mi tía Carmina y que eran (y son) adictivos.
Como los ingredientes de esta receta son baratos y accesibles es un "must" para el verano. Los podéis preparar por la mañana, rellenarlos y se dejan en la nevera hasta la hora de comer o cenar, al llegar de la playa, la piscina o el campo. También son muy pintones en aperitivos o cenas.
Para 4 personas:
- 8 huevos
- 2 latas de bonito en aceite de oliva
- 1 cebolleta
- 4 cucharadas de salsa de tomate (yo utilicé passata o puré de tomate)
- aceite de oliva virgen extra
- 4 cucharadas de mayonesa
- tomatitos cherry para decorar
- sal y pimienta
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