Esta es una de las recetas de toda la vida, que te hacía tu madre o tu abuela cuando estabas malita de la tripa y que te reconforta con sólo recordarla.
Aunque no estés enfermo o enferma, puedes hacerte esta compota por el mero placer de combinarla con yogur para el desayuno, como complemento al helado o a las natillas...
También puede ser un acompañamiento a carnes como el pollo o el cerdo.
En cualquier caso, es deliciosa y con la rama de canela tiene un sabor sublime.
Para 4 personas:
- 4 manzanas
- 400 mL de agua
- 2 cucharadas de azúcar moreno de caña (son unos 50 g)
- 1 rama de canela
Se pone en un cazo o cazuela el agua con el azúcar y el palo de canela a fuego medio.
Se deja que el azúcar se disuelva y que llegue a ebullición.
Mientras tanto, se van pelando las manzanas y se cortan en pedazos pequeños.
Se añaden al almíbar, se baja el fuego, se tapa la cazuela y se deja que se haga durante media hora.
Una vez pasado este tiempo se machacan las manzanas haciendo un puré rústico. A mi me gusta que tenga tropezones.
Se puede tomar templada o fría, al gusto. Se puede calentar fácilmente al microondas.
Si no te gusta la canela puedes utilizar una vaina de vainilla o una cucharadita.
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