Este plato lo preparaba mi madre a menudo cuando éramos niños. Nos gustaban mucho las salchichas de "carnicero" y mi madre Concha nos las ponía con verdura para engañarnos.
Era una chulada ver cómo cambiaba el color morado de la lombarda a rosa al añadirle una gotas de limón. Los ácidos, ya sabéis, obran milagros al cambiar el pH.