En España llamamos chipirón al calamar pequeño, aunque no es una especie distinta del propio calamar. El nombre de calamar viene del latín calamus, que alude a la pluma o caña, que no es otra cosa que el esqueleto calcáreo en forma de pluma que contiene en su interior.
En casa nos gusta mucho el calamar, ya sea en su preparación "a la romana", es decir, cortado en anillas y rebozado para incluirlo en un jugoso bocadillo, o bien con su tinta en un guiso acompañado de arroz blanco.
Hoy los he preparado a la plancha, sin más. Requiere una profunda limpieza, en la que se retiran los ojos, se separan del cuerpo los tentáculos, se limpia la piel y se quita la pluma y todo el interior de intestinos y demás desechos y se retiran las aletas. Sólo reservo los cuerpos como "saquitos" por un lado y las aletas y los tentáculos por otro. No requieren mucha cocción, pues les supondría una dureza que no deseamos, ¿verdad?.
Para 4-5 personas:
- 1 Kg de chipirones
- 2 dientes de ajo
- perejil fresco
- aceite de oliva virgen extra
- 1 paquete de gulas
- harina
- sal
Se limpian al chorro de agua fría los chipirones como he indicado antes y se reservan. Se prepara en un bol una mezcla con los dos dientes de ajo machacados, el perejil lavado y muy picado, sal y aceite de oliva virgen.
Se pone una sartén grande a calentar con una pizca de aceite. Cuando esté muy caliente se ponen los chipirones y se deja que salten a la vez que se doran en el aceite. Se añade un poco del majado de ajos, perejil y aceite y se les da la vuelta.
Se van haciendo por tandas y se les agrega fuera del fuego un poco más del majado de ajos y perejil.
Se pasan las gulas por harina y se fríen en abundante aceite muy caliente. Se presenta el plato con los chipirones acompañados de las gulas.
Yo también frío las aletas y los tentáculos en un poco de aceite de oliva al que he echado una pizca de limón tras añadir los restos del calamar. Así aprovecho todo el chipirón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario