Me pasa a menudo que, al ir a un restaurante y probar un plato, quiero recrear en casa esa delicia.
Eso me pasó con las famosas Albóndigas con trufa de Echaurren Tradición, cuya visita conté en una crónica en mi otro blog Ruta Martuka (pincha aquí)
No es exactamente la misma receta, pues Francis Paniego las elabora de otra manera, añadiendo una bechamel invertida a la masa de carne para bolear.
Yo he partido de la receta de mi madre, Concha (siempre estás en mi cabeza, mamá) y le he añadido trufa picada y salsa de trufa y el resultado ha sido espectacular.
En casa han flipado con el plato. ya veréis cómo salen de riquísimas estas albóndigas gordotas con una sabor tradicional a guiso de abuela, pero con la delicadeza y sofistificación de la trufa.
Gracias Francis Paniego y Marisa, su madre, por servirnos de inspiración y a mi madre por enseñarme el secreto de un buen rehogado.
Para 4 personas:
- 500 g de carne picada de ternera
- 1 frasco de trufas negras
- 1 huevo
- 1 frasco de salsa de trufas (vale la de Mercadona)
- 1 vasito de vino blanco
- 50 g de champiñones
- sal y pimienta
- Harina de trigo
- Aceite de oliva virgen para freír
Para la salsa:
- 1 cebolla grande
- 1 diente de ajo
- 200 g de champiñones
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cucharada de harina de trigo
- agua o caldo de carne
Para el puré de patatas o parmentier de Patatas:
- 4 patatas cocidas
- 500 mL de leche
- 50 g de mantequilla
- 1 yema de huevo
Se pone en un bol el huevo con la carne, la sal y la pimienta y se mezcla bien todo. Se añade una trufa pequeña bien picada junto con el líquido del tarro en el que viene. Se añade también el tarro de salsa de trufa.
Se incorpora un vasito de vino blanco y de mezcla todo. Se pone una sartén con un dedo de aceite a calentar. Mientras, se van boleando las albóndigas.
Se pone harina en un plato llano y se toman porciones generosas de carne. Se hacen bolitas un poco grandes con las manos (a mi me salieron unas 11-12 albóndigas).
Se fríen en el aceite caliente, hasta que se doren por toda su superficie sin quemarse. Se sacan sin escurrir apenas a una cazuela donde luego de cocinarán.
Se retira un poco de aceite de esa sartén de freír las albóndigas y se pocha a fuego no muy alto la cebolla muy picada entera y un diente de ajo también muy picado.
Se van picando los champiñones muy finos y se incorporan a la sartén con una pizca de sal y pimienta. Se rehoga todo el conjunto hasta que se pierda el agua de los champis.
Se agrega una cucharada de harina y se remueve bien las verduras con la harina hasta que quede una masita muy fina. Se incorpora un vaso de vino blanco y se vuelve a remover hasta que quede una especie de bechamel.
En este punto, se añade más agua o caldo para que salga la salsa menos espesa. Se rectifica de sal.
Una vez que se deja que la salsa dé un hervor, se incorpora a la cazuela donde están las albóndigas. Se agitan las asas de la cazuela y se deja a fuego bajo unos 15 o 20 minutos.
Mientras, se cuecen las patatas peladas y cortadas en trozos durante unos 20 minutos. Una vez cocidas se machacan con un tenedor o se pan por el pasapuré.
Se añade la mantequilla y la yema fuera del fuego y se mezcla bien todo (podéis también hacer un puré de patatas de sobre y añadir luego la mantequilla y la yema de huevo.
Se emplata poniendo la base de puré de patatas, tres albóndigas, se salsea por encima y se dispone en la superficie de cada albóndiga un champiñón laminado y un trocito de trufa.
Se ponen también un par de puntas de espárragos verdes cocidos o hechos a la plancha.
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