En casa me ha cogido el testigo de las tortillas de patata mi hijo Nacho.
Es un experto en tortillas nivel Pro y, desde que se fue de casa, las hace casi semanalmente.
El otro día, cuando vino a cenar a casa, le pedí que preparáramos esta deliciosa tortilla de patatas con cebolla caramelizada y un toque elegante de salsa de trufa.
Así se consigue una tortilla gourmet con el añadido de un ingrediente aromático y especial como es la trufa.
Nosotros sólo le añadimos antes de cuajar la tortilla un par de cucharadas de la salsa de trufa que venden en envases de vidrio.
De esta manera se consigue que la trufa al calentar no pierda su aroma característico.
Para 1 tortilla mediana:
- 4 patatas medianas
- 1-2 cebollas
- 6 huevos tamaño M
- 1 envase salsa de trufa
- sal
- pimienta
- aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Se pelan las cebollas (o cebolletas) y se cortan en medios aros. Se pone muy poco aceite a calentar en una sartén y se añaden las cebollas con sal y pimienta. Se tapa la sartén y se dejan a fuego bajo un buen rato (quizás media hora) para que caramelicen. El hecho de llamarlo caramelización no implica que se eche azúcar, sino que los azúcares de la propia cebolla mediante una reacción química se doren y le den ese color dorado y gusto dulce a la cebolla).
Se pelan las patatas y se cortan en trozos pequeños. Se ponen en otra sartén mediana a pochar despacio en una buena cantidad de aceite caliente que casi las cubra.
Se mantienen las patatas y las cebollas durante una media hora. Las patatas se pueden ir cortando o rompiendo en trozos más pequeños con la propia espumadera.
Cuando estén las patatas muy blanditas, sin llegar a dorarse, se escurren del aceite y se sacan a un bol o espumadera.
Se añade la cebolla pochada y caramelizada y se sala el conjunto.
Cuando estén un poco menos calientes, se añaden los huevos a la ensaladera, sin batir.
Con un tenedor se van rompiendo los huevos a la vez que se mezclan con las patatas y la cebolla. Así conseguimos que no salga la espuma de batir mucho los huevos y que quede la tortilla más cremosa.
Se deja reposar unos minutos la mezcla (no mucho si es verano), se añade las dos cucharadas de salsa de trufa y se cuaja la tortilla.
Se pone una pizca de aceite en la sartén y se calienta fuerte. Se añade la mezcla de huevos con patatas y se deja que se cuaje, meneando ligeramente la sartén para que se reparta la mezcla por igual.
Se espera un par de minutos y se le da la vuelta. Se cuaja la tortilla de nuevo en la sartén por el otro lado. Si no te gusta muy hecha no tardes mucho en sacarla.
Se come recién hecha o templada, al gusto.
Muy bueno también el vino blanco de La Rioja de mi compañero Dani, de la cooperativa Señorío de la Estrella, de San Asensio.
La clave de una buena tortilla está en la sartén de calidad. Su antiadherencia y distribución uniforme del calor hacen que cada bocado sea una delicia perfectamente cocida.
ResponderEliminar¡Completamente de acuerdo!
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