Mi madre me decía que cómo no me daba vergüenza publicar recetas sencillas que todo el mundo sabía hacer.
Por un lado, no le faltaba razón pues en su época se cocinaba todo en casa y se hacían recetas de aprovechamiento o con pocos ingredientes que resultaban sabrosas y económicas.
Hoy no es así. La incorporación masiva de la mujer al mundo laboral ha hecho que esta enorme labor de pensar, comprar, preparar y cocinar cada día durante todos los días de la vida de las mujeres de la generación de nuestras madres, haya desaparecido o se haya minimizado enormemente (afortunadamente para nosotras).
Por fortuna, muchos hombres se han incorporado a la gestión diaria de la comida de los hogares.
El teletrabajo también ha contribuido a que se cocine y se coma más en casa.
Estos hechos han provocado que la compra y la preparación de las comidas en muchos hogares se haya externalizado a los supermercados, restaurantes y casas de comidas.
Aún así, lo más sano y barato sigue siendo preparar la comida en casa y comerla allí mismo o en el lugar de trabajo.
Por eso, os traigo hoy esta receta preparada en un momento y cocinada mientras trabajaba al ordenador.
Rica, sabrosa, barata, sencilla y fácil. Vamos a por ella.
Para 2 personas:
- 2 traseros de de pollo
- 2 dientes de ajo
- 2 patatas
- aceite de oliva virgen extra
- ajo molido
- tomillo
- pimienta
- sal
- agua o caldo
No hay comentarios:
Publicar un comentario