Rosquillas Esponjosas De Naranja: Receta De Chicote

Pues esto del confinamiento hace que los no iniciados en cocina se lancen a elaborar sus primeras recetas.

Esto es lo que ha ocurrido con Luis, mi marido. Me dijo: ¿has visto las rosquillas de naranja de Chicote en Instagram? Mira qué pintaza!

Y yo le contesté: pues ya estás tardando en ponerte a hacerlas... Dicho y hecho. Con unos pocos ingredientes, la ralladura de una naranja entera y una fritura en aceite, ya tenemos las rosquillas listas para merendar.

Salen muy esponjosas, nada parecidas a las que hacía mi madre con anís, más duras. Son otra receta distinta.

Sólo le tengo que poner una pega a las de Alberto Chicote: a mi me gustan más dulces, así que, la próxima vez las haré con más azúcar y listo.

También él decía que salían unas 40 y a mi me salieron 25. Y eso que el tamaño no es muy grande. Bueno, el caso es que están muy ricas. Lanzaos a hacerlas y me diréis.

Para unas 30 rosquillas:

• 2 huevos
• 75 g de azúcar
• 60 g de leche
• 50 g de aceite de oliva virgen
• 1 cucharadita de licor de naranja (yo puse whisky)
• la ralladura de una naranja entera
• 1 pizca de sal
• 250 g de harina (pero luego la masa "pide" más, la que admita)
• 1 sobre de levadura Royal
• aceite para freír +2 cáscaras de naranja
• azúcar para espolvorear

Se ponen en un bol los dos huevos y se baten con el azúcar hasta que blanqueen (hasta que quede una mezcla blanquecina y espumosa). Se añade el aceite:

y luego la leche y se sigue batiendo bien. Se agrega el licor:

Una vez  ligado bien se incorpora la ralladura de naranja y la levadura Royal:

Se bate bien todo. Lo último que se añade es la harina, con una pizac de sal, se comienza añadiendo el cuarto Kg, se amasa con las manos, pero se va pegando a los dedos.

No desesperéis: añadid más harina hasta que la masa se despegue de los dedos y quede elástica, pero no muy dura:

Se pone el aceite a calentar con dos cáscaras de naranja. Cuando ya estén fritas, se retiran y el aceite está listo para usar.

Se forman las rosquillas. Empezamos haciéndolas como mi  madre me enseñó: unas tiras alargadas (se trabaja como si fuera plastilina) que se pegan por los extremos:

El problema es que al freírlas éstas se abren y salen en forma de C. Las demás las hicimos como una bolita tamaño buñuelo y se hace un agujero en el centro:

Se van friendo por tandas, dejando que se doren, se les da la vuelta y se sacan sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa:

Se espolvorean al sacarlas con azúcar normal y se disfrutan. En mi casa no duraron apenas...

Mirad qué hermosura!