El besugo es un pez muy extendido en el litoral atlántico y en la zona occidental del mar Mediterráneo, que se distingue del resto de sus familiares por una mancha difusa negra situada en el nacimiento de la línea lateral.
Vive a una profundidad considerable (hasta 800 m en el Atlántico y 400 m en el Mediterráneo) en fondos rocosos de arena y fango.
Su carne prieta, blanca y excelente es muy apreciada en España y en Italia. En mi casa siempre se relaciona con la cena de Nochebuena.
José, mi genial y generoso primo de Vigo, mandó a mis padres un magnífico ejemplar de más de dos kilos que mi madre cocinó con esmero haciéndolo al horno acompañado de patatas y cebollas.
- Un besugo hermoso (este era de unos 2 Kg)
- 3 patatas
- 3 cebollas o cebolletas tiernas
- aceite de oliva
- un vaso de vino blanco
- medio vaso de agua
- sal
- pan rallado
Se pelan y cortan las patatas en láminas y se cortan las cebollas en aros. Se pone el fondo de una sartén con aceite de oliva y se rehogan un poco las patatas y las cebollas hasta que estén un poco doraradas.
Se pasa un papel de cocina por la piel del besugo para limpiarlo. Se pone en una fuente grande de horno o besuguera (puede ser de barro) el lecho de patatas y cebollas y se coloca en cima el besugo entero eviscerado.
Se sala el pescado por dentro de la tripa y por los dos lomos. Se rocía con el vino y el agua mezclados y se espolvorea con el pan rallado.
Se introduce en el horno previamente calentado a unos 180ºC calculando unos 20 minutos por kilo de pescado. Se cuida que no se consuma el caldo, e incluso se añade más si es necesario, rociando el pescado con su propio jugo.
Se sirve de inmediato en la propia besuguera y se disfruta del placer de uno de los mejores pescados del mundo.
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