Tras las torrijas y demás postres de Pascua necesitamos "depurar" el organismo y hace falta comenzar, de nuevo, con las ensaladas de rigor. Esta ensaladita de hoy combina la pasta con el paisaje, la fruta fresca, los frutos secos y el omnipresente queso (que podéis suprimir o cambiar por otro más suave).
Para cuatro personas:
- 250 g de espirales o tornillos de pasta
- 100 g de espinacas
- 1 limón
- 50 g de nueces
- 1 manzana
- 80 g de queso azul (Roquefort, Gorgonzola, Cabrales...)
- 80 g de maíz dulce cocido
- aceite de oliva
- vinagre de Jerez
- sal y pimienta
Se cuece la pasta en abundante agua salada, según instrucciones del fabricante. Se escurre y se refresca al chorro de agua fría.
Se lavan las espinacas, previa elección de las hojas más tiernas y después de haber eliminado los tallos gruesos. Se pela la manzana y se pica en dados. Se rocían con zumo de limón para evitar que se oxiden.
Se pelan las nueces y se parten en trocitos. Se corta también el queso azul. Se dispone en la ensaladera la pasta, se añaden las espinacas, los dados de manzana, el maíz, el queso y las nueces.
Se riega todo con una vinagreta hecha con dos cucharadas de vinagre, 5 o 6 de aceite, sal y pimienta, todo en un bol y batido con un tenedor hasta obtener una salsa bien emulsionada.
El delicioso pan que aparece en la imagen es de cereales, de Sabores Patagónicos.
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