La palabra chimichurri proviene de los británicos que en el siglo XIX fueron hechos prisioneros en las colonias españolas del Río de la Plata. Al servirles la comida, pedían un condimento diciendo "give me curry" (dame condimento o salsa).
Según otras fuentes su origen procede de u comerciante inglés que viajó a Argentina llamado Jimmy Curry (o James McCurry), que inventó la salsa que los argentinos acabaron pronunciando como "chimichurri".
Esta salsa argentina tiene como ingredientes principales perejil, ajo, vinagre, ají molido y sal. Se utiliza para acompañar los famosos asados, los chorizos criollos, pescados, aves y como aderezo de ensaladas.
Para el chimichurri:
- 1/4 L de aceite de oliva (o mezcla de oliva y girasol)
- 1/4 L de vinagre de vino tinto
- 2 cucharadas de orégano
- 2 cucharadas de ají picante molido (o de pimentón)
- 1/2 cucharada de comino
- 3 dientes de ajo
- 1 tomate grande picado
- 1 cucharada de perejil
- 1 cucharada de tomillo
- 1 cucharadita de sal
Para las alitas:
- 1 Kg de alitas de pollo cortadas cada una en dos trozos
- salsa barbacoa
- sal
Se mezclan todos los ingredientes de la salsa chimichurri y se reserva o bien se compra la salsa ya preparada.
Se calienta el horno fuerte y se ponen las alitas en la bandeja, sobre papel de hornear, sólo con sal durante media hora.
Cuando estén doradas se sacan del horno y se untan con la salsa chimichurri (yo unto la mitad con salsa barbacoa también). Se vuelven a meter en el horno otra media hora o hasta que veamos que adquiere un bonito color tostado, pero sin quemarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario