Hablar de otoño es hablar de setas. Su sabor a tierra y a bosque es delicioso. Su composición nutricional, además, es estupenda.
Su contenido en agua es muy alto (80-90 %) y son bajas en calorías (unas 25 Kcal/100 g), en grasa y colesterol. Son ideales, por tanto, para dietas.
Para esta receta me he inspirado en una de Martín Berasategui y la he adaptado ligeramente.
Como hay champiñones todo el año la puedes hacer en cualquier momento e incluso la puedes adaptar con las mismas cantidades a otro tipo de hongos o setas.
Para 4-5 personas:
- 400 g de champiñones (yo he usado una mezcla de champiñones normales y champiñones Portobello que son los de sombrero marrón)
- 2 puerros
- 2 patatas
- 1 L de caldo de verduras
- 1 cucharada de salsa de carne Maggi o similar
- 1 cucharada de polvo de setas
- 400 mL de nata líquida
- 25 mL de aceite
- sal
- pimienta
- cilantro y cebollino para decorar
- bolitas de mozzarella
- champiñones picados y rehogados para decorar
Se cuece dos minutos más, hasta que se recupera la cocción.
Se retira del fuego y se pasa por la batidora o trituradora hasta que quede lisa y homogénea.
Se pican unos 5 champiñones y se cocinan en una sartén con un poco de aceite y sal.
Se sirve caliente o templada, acompañada de los champiñones picados, el cebollino y cilantro también picados y unas bolas e queso mozzarella (u otro suave tipo Burgos).
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