Mi madre siempre nos preparaba así las espinacas cuando éramos niños para comerlas sin rechistar.
Yo las he seguido preparando a mis hijos cuando eran pequeños y les ponía queso para gratinar.
Tukimica en la cocina
Mi madre siempre nos preparaba así las espinacas cuando éramos niños para comerlas sin rechistar.
Yo las he seguido preparando a mis hijos cuando eran pequeños y les ponía queso para gratinar.
No hay nada más reconfortante que una sopa calentita repleta de sustancia.
En casa decía mi padre que "resucitaba a un muerto". No es esa la intención.
Una ensalada siempre te salva una comida de forma muy saludable.
Esta propuesta de hoy tiene un aire italiano inconfundible: la rúcola, la mortadela genuina y ela mozarella foir di latte lo atestiguan.
Las empanadillas, o empanadas como dicen en Argentina, son una preparación que gusta a todos los públicos. Frías, tibias o calientes de las de soplar, fritas como antaño o al horno, con masa casera (oh, las de mi suegra Amparo) o comprada... todas son deliciosas.
Crecimos con las de bonito con tomate de La Cocinera (gracias mamá por esas cenas de dos docenas de empanadillas fritas), que son las más emblemáticas, pero hay más rellenos cuyo límite es el de tu imaginación.
Los platos italianos tienen algo especial. Esa combinación de queso y tomate con hortalizas es sana, nutritiva y sabe a gloria.
Por eso, cuando vi esta receta en una web italiana, no pude resistirme a hacerla y darle mi toque personal.
En Asia el arroz es un alimento primordial. Con él realizan o acompañan platos y los arrozales son campos inmensos en terraza que son fuente de vida.
Los postres con arroz también son importantes en otras culturas. Aquí en España, en concreto en Asturias, contamos con el imprescindible y cremoso Arroz con leche (pincha aquí)
Finalizamos el verano y ya regresamos a nuestros quehaceres y nuestras rutinas.
Cerramos las vacaciones y también tendremos que cerrar la boca. En vacaciones nos permitimos más caprichos y dispendios en la comida y hay que volver a la normalidad.