La espinaca es una verdura que contiene vitaminas A y E, yodo y antioxidantes. También contiene mucho ácido oxálico, por lo que debe consumirse con moderación.
Un mito muy extendido es que son muy ricas en hierro. Hasta Popeye, el personaje de dibujos animados, consumía una lata de espinacas que le proporcionaba una fuerza sobrenatural.
No contienen tanto hierro y además éste no se absorbe muy bien por ese ácido oxálico que contiene, que lo hace insoluble.
Como es abundante en proteínas evita enfermedades como la anemia.
- 300 g de espinacas
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 1/2 L de leche
- una cucharada de mantequilla
- sal
Se cuecen las espinacas en agua salada. Se escurren y se pasan por agua fría para que no pierdan el color. Se pican muy finas y se reservan.
Hacemos la bechamel, poniendo en una cazuela o sartén la cucharada de mantequilla(yo añado un poco de aceite de oliva para que la mantequilla no se queme). En esta grasa vertemos las cucharadas de harina y removemos vigorosamente. Se tiene que formar una masa ligada a la que se va añadiendo la leche poco a poco, removiendo sin parar. Se sala.
Añadimos la leche necesaria para que la textura sea más bien espesa. Incorporamos las espinacas picadas y removemos de nuevo.
Se puede poner en una fuente al horno y gratinar con queso rallado.
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