Crema Catalana

La crema quemada es un famoso postre catalán, llamado también Crema de Sant Josep porque es el postre tradicional típico del día del Padre (aunque se come durante todo el año).

A esta exquisita crema se la considera como uno de los postres europeos más antiguos, pues su origen se remonta a la Edad Media. Cuenta una leyenda que, incluso, Casanova degustó el postre en Barcelona.

Tradicionalmente se ha espesado con almidón (ahora se usa harina de maíz), no lleva nata ni claras de huevo y se aromatiza con limón y canela.

La crème brûlée de la cocina francesa es una variante de la crema catalana realizada con huevos enteros, nata en lugar de leche y aromatizada con vainilla.

A mi gusta la receta de Carme Ruscalleda, extraída de su libro "Cocinar para ser feliz". Luego es una diversión en casa, a la hora de servir, quemar el azúcar con el soplete...

Para 6 personas:

• 1 L de leche
• 250 g de azúcar
• 9 yemas de huevo
• 50 g de almidón de trigo (o 40 g de fécula de maíz o de maizena)
• corteza de limón
• canela en rama

Se reserva una taza del litro de leche y se diluye en ella el almidón o la maizena. Se pone el resto de la leche, junto con la corteza de limón y la canela en rama, al fuego y se lleva a ebullición.

En otro recipiente se trabajan las yemas y el azúcar, montándolas hasta que adquieran un color blanquecino. En este punto se agregan al recipiente de la leche hirviendo. (Si se desea se puede retirar el limón y la canela).

Sin parar de remover el conjunto se espera a que esté muy caliente. Se añade la leche con la maicena muy bien disuelta y se remueve, con el fuego más bajo, de forma constante. En el momento en que rompe a hervir se retira del fuego y se vierte en una fuente grande o en cuencos individuales (mejor si son de barro cocido)

Se deja enfriar y se pone en el frigo. En el momento de servir se espolvorea azúcar por encima y se quema con la plancha al rojo o con el soplete.